Crecimiento de raíces en cerezos

En el suelo se desarrolla el sistema radical, es ahí donde comienza la nutrición de los árboles.

La raíz cumple distintas funciones. Entre estas, anclaje, absorción y conducción de agua y nutrientes, producción de fitohormonas, conversión o síntesis de materiales y almacenaje de reservas.

En cerezos, tenemos dos momentos de crecimiento de raíces:

1.- Inicios de temporada: el aumento de la temperatura del suelo estimula el crecimiento de raíces hasta el inicio de la brotación. Por qué es tan importante esta etapa? Porque la raíz es el soporte de las reservas del inicio de temporada, ya que el desarrollo y trabajo de la raíz comienza cuando la temperatura de suelo supera los 15°C.

2.- En poscosecha: la planta está en plena formación de reservas nutricionales, en este periodo de tiempo recupera el 70% de sus raíces de la temporada. Por lo que es de vital importancia manejar 2 factores: estrategia de riego y programa de fertilización.

Aprovechar estos períodos para incorporar manejos dirigidos a favorecer este mayor desarrollo radical, sin duda, resultará en un mejor manejo, con resultados potenciales superiores y un mayor beneficio al huerto en general. La raíz es la base de todo, principalmente de la productividad, por lo que una buena condición de ésta debiese ser un objetivo primario de cualquier gestión agrícola, no obstante, pensar en mejorar la raíz siempre debiese ir de la mano con la condición del suelo.

Más allá de su expresión genética determinada, el desarrollo de los sistemas radiculares está condicionado fundamentalmente por cuatro factores: temperatura, humedad, aireación y resistencia mecánica del suelo. Sin embargo, existen otros factores que influyen en dicho crecimiento como el pH, condiciones nutritivas, las propiedades del suelo o sustrato (textura, capacidad de retención, microbiología, etc.), control hormonal, manejo de sales, dinámica de temperatura del suelo, entre otros.

Cómo estimular el crecimiento de raíces mediante el riego?

Fundamento:

 El contenido hídrico o más específicamente los potenciales hídricos a lo largo del perfil del suelo afectan directamente la distribución de raíces como también su morfología y su comportamiento funcional.  A mayores potenciales de agua en el suelo se produce un mayor crecimiento radical, ya sea por provocar una menor resistencia a la penetración como así también generar un gradiente de potencial agua para un flujo rápido hacia las células radicales. De esta manera las raíces tienden a proliferar en las zonas más húmedas del perfil del suelo. En otras palabras, las raíces no crecen buscando agua sino que crecen porque hay agua.

Generalmente se considera que un potencial de -15 bares en toda la zona radical puede generar el marchitamiento permanente en la mayoría de los cultivos. Pero debe tenerse en cuenta que la tasa de extensión radical puede verse comprometida a valores muy superiores de potencial, por ejemplo entre -0,5 y -1 bar, pudiendo continuar creciendo cada vez más lentamente hasta que el potencial agua del suelo caiga por debajo de los – 7 bares o más. Un comportamiento frecuente en la mayoría de los cultivos en condiciones de campo es que la densidad de raíces bajo buenos contenidos de humedad declina exponencialmente con la profundidad, pero cuando la zona más superficial del suelo se seca se puede producir una proliferación de raíces en profundidades con mayores contenidos de humedad.

*Regar de acuerdo a la necesidad de la planta, ni más ni menos: Al regar, el agua ocupa los poros del suelo desplazando el oxígeno. Cuando se riega en exceso, se limita el contenido de oxígeno que propicia el correcto desarrollo del sistema radicular.

Los suelos compactos, resultado del excesivo manejo agrícola con maquinaria o por el desgaste por el uso de sales minerales, presentan problemas de falta de espacios porosos y, por lo tanto, disminución de la cantidad de oxígeno. Es muy importante implementar acciones que promuevan la formación de nuevos espacios porosos para permitir el desarrollo de las raíces, la retención de agua y nutrientes y mejorar, por ende, la producción agrícola.

Es comúnmente aceptado que cuando el volumen de aire de un suelo es inferior a 10 % en volumen, el suministro de oxígeno a las raíces se ve afectado.

Cómo estimular el crecimiento de raíces con aplicaciones?

Aplicación de PGPR´s: Las rizobacterias promotoras del crecimiento de las plantas son un grupo de microorganismos que se encuentran o se aplican a la rizósfera, conformado por una amplia gama de géneros como Bacillus, Rhizobium, Trichoderma, Nitrobacter, Nitrosomonas, Pseudomonas, Aspergillus, Azotobacter, entre otras. Las funciones principales de estos microorganismos son las de síntesis de fitohormonas como las auxinas, incremento en la solubilidad y absorción de nutrientes minerales como el fósforo. También pueden actuar como inductores de resistencia o antagonistas de los patógenos del suelo.

Aplicación de productos bioestimulantes: Su aplicación se ha incrementado debido a que no dejan residuos y son seguros para las personas que los aplican, además de ser un excelente complemento de fertilizantes y productos fitosanitarios. Actúan en las plantas de distintas maneras y por diferentes vías, logrando así mejorar el vigor del cultivo, rendimiento y calidad de la cosecha. Los bioestimulantes agrícolas son un grupo ampliamente diverso, donde se puede encontrar productos generalmente a base de los siguientes ingredientes activos:

Triptófano. Constituye el precursor del ácido indolacético, ayudando a promover la formación de raíces laterales y pelos radicales.  

Arginina. Estimula la síntesis interna de poliaminas al actuar como precursor, estas hormonas son muy activas en el proceso de crecimiento radical.

Asparagina. Actúa indirectamente como precursor de fitohormonas.

Polisacáridos. Las aplicaciones directas al sistema radical favorecen la formación de raíces secundarias y su elongación, además estimulan la actividad de los microorganismos del suelo y aportan energía adicional a la planta para su crecimiento radical cuando sufren algún daño físico o mecánico.   

Saponinas. Al estar en contacto con las membranas celulares de la raíz las vuelve más permeables, permitiendo una mejor absorción de agua y nutrientes. Contribuyen además a mejorar la rizósfera para el desarrollo de microorganismos.

Complejo vitamínico (B1, B6 y D). Ayuda en el metabolismo de los azúcares para tener energía disponible en la planta y participa en la síntesis de proteínas y aminoácidos al actuar como coenzimas. Este complejo vitamínico favorece el metabolismo y aprovechamiento del triptófano. Además, juega un papel importante en la absorción de calcio y participa  en el crecimiento y maduración celular.

Ácidos húmicos. Tienen acción quelatante de nutrientes minerales para facilitar su absorción. Otra de las funciones dentro del suelo y que permiten el crecimiento radical es la mejora de la estructura del suelo, incrementando simultáneamente su capacidad para retener agua y nutrientes. La tendencia actual de los bioestimulantes comerciales es hacer mezclas de estos ingredientes junto con nutrientes minerales, compuestos orgánicos y microorganismos para favorecer el adecuado desarrollo y productividad del cultivo, pero a la vez mantener y de ser posible recuperar suelos degradados.

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